jueves, 1 de diciembre de 2011

Cundisa...o como se destruye un sitio arqueológico










Ya desde 1982 se sabía de la existencia del yacimiento arqueológico de Cundisa en Copacabana (La Paz-Bolivia), siendo declarado como Parque Nacional Arqueológico por D.S. 23364. Su importancia fué ratificada una vez más el año 2008, cuando el arqueólogo peruano Sergio Chavez se dió a la tarea de trabajar en el lugar ante la amenaza de construcción de un mercado campesino sobre el sitio.



Los resultados de este trabajo determinaron no sólo la antigüedad del asentamiento (casi 3.000 años), sino también develaron la existencia de una importante secuencia ocupacional del sitio (comprendiendo áreas domésticas, funerarias y ceremoniales de diversa filiación cultural).


Lamentablemente desde el 2008 hasta el presente, ni el Ministerio de Culturas, ni la UDAM, y mucho menos el Municipio de Copacabana, hicieron algo para proteger este importante yacimiento, fuera de asistir a esporádicas reuniones con los comunarios dueños del terreno, quienes no aceptaban mudar su proyecto a otra zona.


El poco interés demostrado por las instancias nacionales para otorgar una solución práctica y viable que garantice la protección, conservación y restauración del yacimiento arqueológico, aunado al flagrante desconocimiento de competencias en torno a la protección del patrimonio por parte de la alcaldía de Copacabana; determinaron que en octubre de este año (2011) y de la mano del propio municipio (según denuncia efectuada por una vecina del lugar) se destruya el yacimiento de Cundisa, construyendo sin ningún reparo ni cuidado, diversas edificaciones sobre el mismo, adecuándolas para el funcionamiento edil.


En este punto nos preguntamos donde están las autoridades ministeriales encargadas de velar por el patrimonio arqueológico del país. Qué hacen el director de patrimonio y el director de la UDAM que durante estos 4 años no pudieron dar una solución viable que satisfaga las necesidades de los comunarios y priorice la conservación del yacimiento arqueológico?. Cómo es posible que la propia alcaldía vulnere la Constitución Política del Estado, decretos supremos y ordenanzas municipales destruyendo un sitio declarado Parque Nacional Arqueológico?, Quién autorizó al Municipio de Copacabana a construir infraestructura en Cundisa?.



El patrimonio arqueológico boliviano parece hallarse a la deriva, mientras las autoridades ministeriales priorizan viajes promocionales de piezas arqueológicas invaluables a Austria, declaran patrimonio boliviano infinidad de danzas y promueven encuentros y jornadas culturales en un contubernio de amigos.



sábado, 3 de septiembre de 2011

II Jornadas Culturales 2011...el manejo antojadizo, irresponsable e interesado del Patrimonio Cultural y Natural

A pesar del nefasto antecedente de la convocatoria a las Primeras Jornadas Culturales 2008, gestionadas por el entonces Viceministerio de Culturas con el único afán de utilizar las cifras de asistencia para lograr ascender a rango de Ministerio (objetivo que se cumplió duplicando la ineficacia de la entidad al no contar con recursos, infraestructura, personal capacitado y mucho menos un plan operativo coherente y funcional), y posesionar un Consejo Nacional de Culturas (CONAC) cuyos componentes se autonominaron (asociaciones Folcklóricas a la cabeza) al negarse las mesas de trabajo a designar representantes (debido a las profusas evidencias de la descarada manipulación por parte de la entidad organizadora); nuevamente se llevaron a cabo las II Jornadas Culturales 2011 (1 y 2 de septiembre), organizadas por la Unidad de Consejos Departamentales del ahora Ministerio de Culturas, a cargo de la Lic. Paola Vania Rivas Lopez y algunos técnicos del Viceministerio de Descolonización y Despatriarcalización.

Desechando abiertamente lo estipulado por la Constitución Política del Estado Plurinacional y la Ley de Autonomías en torno a la descentralización administrativa y las competencias por Unidad Territorial, el Ministerio de Culturas se dio a la tarea de convocar "a dedo" y por invitación cerrada (de acuerdo a lo indicado por la propia Lic. Rivas) a algunos actores culturales para decidir la representación departamental en el tema cultural, desconociendo de esta manera no sólo la competencia de la Gobernación Paceña para llamar a este evento, sino también obviando su participación, la participación de los representantes de las 20 provincias del departamento, los delegados de cultura de los municipios e infinidad de asociaciones, instituciones y actores de los diferentes sectores del ámbito cultural.

Caracterizada por la nula difusión del evento, la poca participación, la escasísima representatividad de los actores, la inexistencia de documentación sobre las labores, resultados y conclusiones del supuesto Consejo de Culturas instaurado el 2008 y la deficiente e improvisada organización; esta convocatoria demostró una vez más el amañado comportamiento del que se valen algunas instancias gubernamentales (entiéndase Ministerio de Culturas) para abrogarse representatividad y fingir un concenso social que valide su dudoso accionar sobre la administración y conservación del Patrimonio Cultural Boliviano.

En este contexto, y ante la denuncia constante de los pocos participantes acerca de la legalidad y representatividad de la convocatoria, los organizadores (Lic. Rivas y técnicos moderadores) pasaron a vulnerar los derechos a la libertad de expresión y el libre albedrío de los asistentes, maltratándolos, instándolos a presentar propuestas, trayendo constantemente nuevos participantes de un evento paralelo (del MAS-IPSP) llevado a cabo en el mismo recinto para engrosar las mesas de trabajo; llegando finalmente a intentar coartarles el derecho a opinar en las plenarias finales y posesionando a la fuerza un nuevo Consejo de Culturas, a todas luces nada representativo ni consensuado.

Ante este atropello la Sociedad de Arqueología de La Paz, conjuntamente a todos los integrantes de la Mesa de Patrimonio material e inmaterial (denominada posteriormente como de Patrimonio Cultural y Natural) decidió no trabajar en la elaboración de ninguna propuesta, ni presentar ningún representante que valide esta convocatoria ilegal y manipulada. Por el contrario se presentaron una serie de observaciones al evento y sus impulsores, derivando en una serie de recomentaciones que en conjunto exigían una nueva convocatoria participativa, representativa y por la vía constitucional.

La demostrada manipulación de eventos, y el accionar poco transparente del Ministerio de Culturas, no sólo en este caso, sino también en aquellos ligados a la creación de leyes y reglamentos, o ante la destrucción de sitios patrimoniales, nos llama a la susceptibilidad llevándonos a cuestinar seriamente su desempeño en cuanto a la adecuada gestión del Patrimonio Cultural Boliviano.

Más detalles en: http://comisionpatrimoniosalp.blogspot.com/p/resultados-y-observaciones-ii-jornadas.html


martes, 15 de marzo de 2011

Hoy deslizamientos barriales...mañana repoblamiento consentido: El nuevo plan de expansión urbana del Municipo de La Paz

(Tomado de La Razón 06/02/11)



El 26 de febrero a las 8:00 de la noche comenzó un megadeslizamiento de tierra en la ciudad de La Paz, el cual dejó el triste saldo de 6.000 personas damnificadas y 9 barrios destruidos.

Las zonas afectadas correspondían (todas ellas) a áreas identificadas y definidas desde el 2004 (en el mapa de riesgos y amenazas de la ciudad de La Paz) por el Gobierno Municipal de La Paz como "áreas de riesgo"; en otras palabras, zonas no habitables debido a su inestabilidad por el riesgo de derrumbe y sensibilidad a la erosión superficial y subterránea.

A pesar de ello, durante todos estos años, con plena consciencia y flagrante irresponsabilidad la comuna paceña se dió a la tarea de regularizar estos asentamientos, llegando inclusive a "retocarlos" mediante el ahora tristemente célebre plan de mejoramiento urbano: "Barrios de Verdad", el cual consistía fundamentalmente en la implementación de graderías, asfaltado de calles principales, diseño de alguna jardinera (y su correspondiente área infantíl) y el remodelado de la sede vecinal.

Acciones vanas que no llegaban a remediar la tremenda bomba de tiempo que significaba el poblamiento de zonas no aptas para asentamientos humanos.

Luego del desastre y contabilizados los daños y las pérdidas, el burgomaestre paceño señaló que se estabilizarían los suelos y que no volverían a ser habilitados para su poblamiento; una declaración por demás afortunada pero que requiere más que buenas intenciones mediáticas, especialmente si consideramos que en febrero de este año la Dirección de Ordenamiento Territorial de la Alcaldía de La Paz, informó que la modificación del Reglamento del Uso del Suelo y Patrones de Asentamiento (USPA 2010) liberó la altura de las construcciones en varias zonas de La Paz (y acá nos preguntamos que pasa con la capacidad de carga de los terrenos de la ciudad cuando se conoce que el 70% de la misma es deleznable?), lanzando a la par un mapa de expansión urbana (ver figura) que identifica 9 áreas de expansión, entre las que se destacan áreas de riesgo conocidas (Huayllani, Ovejuyo, Mallasa, Achumani Alto y Chinchalla) y otras recientemente afectadas (Callapa, Alpacoma), sin olvidarnos de aquellas que corresponden a Áreas Protegidas Naturales y Culturales definidas como tal por la propia alcaldía (Limanipata, Chicani, Palcoma, Quellumani y Chijipata), las mismas que no sólo atesoran monumentos arqueológicos invalorables del valle paceño, sino que también resguardan una rica biodiversidad; a la par que albergan las zonas productivas de la ciudad y son la ruta principal de una de las represas que dota de agua a media urbe.

Y es que cuando se trata de hacer declaraciones facilonas, la inmediatez, el sensacionalismo y la imprecisión suelen ser la tabla de salvación de las autoridades ediles.

Con todos estos antecedentes nos toca cuestionarnos de que realidad habla el alcalde paceño, cuando las decisiones ya están tomadas (en ordenanzas, reglamentos, planos y mapas) por el Concejo Municipal (por la Comisión de Planificación y Gestión Territorial) y/o la Dirección de Ordenamiento Territorial.

Lo único que esta claro, es que acá priman muchos más intereses de los que se aparentan, y que entre planificadores municipales, loteadores y especuladores de tierras la población está lamentablemente librada a su suerte....(por más que le avisen con semanas de anticipación Sr. Alcalde).