Hace una semana el Municipio de La Paz sacó una convocatoria pública para trabajar de manera participativa en la elaboración de la Carta Orgánica del Municipio paceño, lo que supondrá plantear el tema de autonomías a nivel municipal y presentar una "propuesta" para la aplicación de la misma.
La convocatoria dejó abiertamente de lado el tema patrimonial (natural y cultural), apostando una vez más por la demagogia participativa vecinal a nivel macrodistrital. Hecho incomprensible, toda vez que la Nueva CPE (junto a la ley de descentralización administrativa y participación popular) explicita la función Municipal de promocionar y conservar el patrimonio arqueológico en particular.
El eje temático de patrimonio cultural, se ve entonces supeditado a la organización territorial, la cual prioriza planificación, gestión y administración a nivel sectorial; lo que aunado al creciente problema de loteamiento, especulación de tierras (principalmente en la zona sur de la ciudad) y corrupción municipal, imposibilitan el tratamiento cabal del tema patrimonial en términos de conservación, restauración y administración.
El panorama se complejiza aún más, cuando temás capitales como Patrimonio cultural o natural se invisibilizan ante demandas e intereses sectoriales de autonomía macrodistrital; propuesta inviable, dicho sea de paso, ante la falta de capacidad económica y administrativa del Municipio paceño; e inpensable cuando se trata de administrar áreas arqueológicas o áreas naturales protegidas que comprometen mucho más que un simple macrodistrito.
En este contexto, nos toca cuestionar la transparencia de esta convocatoria municipal, la racionalidad para el planteamiento de la misma y la inexistencia de un compromiso institucional para llevar adelante políticas públicas de gestión del patrimonio arqueológico y cultural.